Cierta vez adquirimos una lavadora automática para la ropa, porque la que teníamos era vieja, estaba dañada y no soportaba una reparación más.
Cuando nos entregaron la lavadora nueva, teníamos muchas ganas de ponerla a funcionar. Estos electrodomésticos por lo general ya vienen listos para encenderse y usarse.
Nos desilusionamos mucho cuando el tanque comenzó a girar y dar tumbos por dentro, ¡pensábamos que nos habían estafado!, pero no fue así, simplemente no habíamos leído el manual del fabricante, que decía que había que poner a nivel la lavadora y listo.
Si no prestamos atención a las instrucciones, es posible que hagamos algo mal. Nosotros los seres humanos tenemos un instructivo que nos ayudará a solventar problemas, que no son del fabricante, más bien, son errores que consentimos o a veces no, y que, por no seguir el manual de instrucciones, caemos en serios problemas, ¡y nos va muy mal!
Si estamos familiarizados con el “Manual de la vida (la Biblia)” sabremos donde buscar ayuda y ánimo en momentos de necesidad.
La Biblia, “el manual de instrucciones del Fabricante” nos dará dirección en las cosas de la vida. También tendremos esperanza y una promesa de lograr entrar en la eternidad con Dios y nuestro Salvador Jesucristo.
Tu hermano en Cristo,
Rainner Chinchilla.
Costa Rica.